¿Por qué hay una cabeza Olmeca aplastando un auto Tesla?

Continúa el asombro que desde principios de marzo los habitantes de la colonia Roma, en la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México, han podido experimentar al ver una extraña escena: una enorme cabeza Olmeca aplastado un auto Tesla Model 3de color azul, cuyo valor, en su modelo más básico, es de $881,900 pesos.

En realidad, se trata de una obra realizada por el artista Chavis Marmol y se encuentra en un predio con el número 71 sobre la calle Colima, antes del cruce con Frontera. Fue realizada con el apoyo de Colima 71, un hotel boutique que se dedica a promover el arte.

Por medio de su cuenta de Instagram Chavis explicó: “esta es la última de una serie de esculturas en la que retomo las cabezas olmecas para hablar de temas específicos. Esta pieza está compuesta por dos elementos: por un lado, tenemos una réplica de una cabeza Olmeca tallada en cantera, de aproximadamente nueve toneladas; y un Tesla Model 3, el cual fue destruido por el peso colosal de la cabeza”.

En una entrevista con el diario El País, comentó cómo llegó a idear esa obra: “no fue una especie de chispazo. No es como que una mañana desperté, llegó un rayo de luz a través de mi mente y de pronto ‘ah, claro, va todo por acá’. Para que yo llegara a esa idea tuve que atravesar por muchos momentos. Ha implicado una serie de negociaciones constantes con uno mismo, con el bolsillo, tratando de explicarle a otras personas la idea y de esperar a que la gente confíe en ti”.

También explicó el significado en otro post: “lo que yo buscaba al hacer esta pieza era trollear a Elon Musk y su nueva planta de autos en México, un meme a gran escala”. Al citado medio dio más detalles: “aquí la cabeza Olmeca se impone ante el objeto tecnológico, lo revienta, lo aplasta y al final queda glorificada ante este objeto que, por muy tecnológico o por muy objeto de deseo, al final es eso: solo un producto de un sistema capitalista cuando en realidad lo que realmente importa es aquello de dónde venimos, aquello que somos y que hemos sido generación tras generación”.

Esta obra es la tercera parte de un proyecto llamado ‘Neotamemes’, que hace referencia a los tamemes, palabra de origen nahuatl que designaba a las personas cargadoras, encargadas de transportar personas u objetos en toda mesoamérica.

La primera parte de ‘Neotamemes’ se trató de una mochila con la figura de la cabeza Olmeca que simula un repartidor de comida a domicilio. La segunda es un juguete desarmable llamado el Señor Cara de Olmeca, que hace referencia al Señor Cara de Papa.